Artículos de El Plural

Miseria en la cultura: decepción y depresión

En 1930 Sigmund Freud escribió su famoso libro El malestar en la cultura y ya en la primera línea denunciaba: «en lugar de los valores de la vida, se prefiere el poder, el éxito y la riqueza, buscados por sí mismos». Hoy día estos factores han alcanzado tal magnitud que el malestar se transformado en miseria en la cultura. La COP-15 en Copenhague nos dio la demostración más cabal: para salvar el sistema del lucro y de los intereses económicos nacionales no se ha temido poner en peligro el futuro de la vida y del equilibrio del planeta sometido ya a un calentamiento que, si no es encarado rápidamente, podrá exterminar a millones de personas y liquidar gran parte de la biodiversidad.

La miseria en la cultura, o mejor, de la cultura, se revela por medio de dos síntomas verificables en todo el mundo: la decepción generalizada en la sociedad y una profunda depresión en las personas. Ambas tienen su razón de ser. Son consecuencia de la crisis de fe por la que está pasando el sistema mundial.

¿De qué fe se trata? Es la fe en el progreso ilimitado, en la omnipotencia de la tecnociencia, en el sistema económico-financiero, con su mercado, que actuarían como ejes estructuradores de la sociedad. La fe en estos dioses poseía sus credos, sus sumos sacerdotes, sus profetas, un ejército de acólitos y una masa inimaginable de fieles.

Hoy día esos fieles han entrado en una profunda decepción porque tales dioses se han revelado falsos. Ahora están agonizando o simplemente han muerto, y los G-20 tratan en vano de resucitar sus cadáveres. Los que profesan esta religión fetiche constatan ahora que el progreso ilimitado ha devastado peligrosamente la naturaleza y es la principal causa del calentamiento planetario. La tecnociencia que, por un lado, ha traído tantos beneficios, creó una máquina de muerte que sólo en el siglo XX mató a 200 millones de personas y es hoy capaz de exterminar a toda la especie humana; el sistema-económico-financiero y el mercado quebraron, y si no hubiera sido por el dinero de los contribuyentes, a través del Estado, habrían provocado una catástrofe social. La decepción está estampada en los rostros perplejos de los líderes políticos, que no saben ya en quién creer y qué nuevos dioses entronizar. Existe una especie de nihilismo dulce.

Ya Max Weber y Friedrich Nietszche habían previsto tales efectos al anunciar la secularización y la muerte de Dios. No que Dios haya muerto, pues un Dios que muere no es «Dios». Nietszche es claro: Dios no murió, nosotros lo matamos. Es decir, para la sociedad secularizada Dios no cuenta ya para la vida ni para la cohesión social. En su lugar entró el panteón de dioses que hemos mencionado antes. Como son ídolos, un día van a mostrar lo que producen: decepción y muerte.

La solución no estriba simplemente en volver a Dios o a la religión, sino en rescatar lo que significan: la conexión con el todo, la percepción de que la vida y no el lucro debe ocupar el centro, y la afirmación de valores compartidos que pueden proporcionar cohesión a la sociedad.

La decepción viene acompañada por la depresión. Ésta es un fruto tardío de la revolución de los jóvenes de los años 60 del siglo XX. Allí se trataba de impugnar una sociedad de represión, especialmente sexual, y llena de máscaras sociales. Se imponía una liberalización generalizada. Se experimentó de todo. El lema era «vivir sin tiempos muertos; gozar la vida sin trabas». Eso llevó a la supresión de cualquier intervalo entre el deseo y su realización. Todo tenía que ser inmediato y rápido.

De ahí resultó la quiebra de todos los tabúes, la pérdida de la justa medida y la completa permisividad. Surgió una nueva opresión: tener que ser moderno, rebelde, sexy y tener que desnudarse por dentro y por fuera. El mayor castigo es el envejecimiento. Se concibió la salud total, y se crearon modelos de belleza, basados en la delgadez hasta la anorexia. Se abolió la muerte, convertida en un espanto.

Tal proyecto posmoderno también fracasó, pues con la vida no se puede hacer cualquier cosa. Posee una sacralidad intrínseca, y límites. Si se rompen, se instaura la depresión. Decepción y frustración son recetas para la violencia sin objeto, para el consumo elevado de ansiolíticos y hasta para el suicidio, como ocurre en muchos países.

¿Hacia dónde vamos? Nadie lo sabe. Solamente sabemos que tenemos que cambiar si queremos continuar. Pero ya se notan por todas partes brotes que representan los valores perennes de la condición humana: casamiento con amor, el sexo con afecto, el cuidado de la naturaleza, el gana-gana en vez del gana-pierde, la búsqueda del «bien vivir», base para la felicidad, que es hoy fruto de la sencillez voluntaria y de querer tener menos para ser más.

Esto es esperanzador. En esta dirección hay que progresar.

Leonardo Boff
2010-01-15
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José María Aznar y como José Luis Rodríguez Zapatero se han paseado por Europa como emperadores romanos volviendo de una gran victoria.

El ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol ha aludido al complejo de "nuevo rico" que ha vivido España incluso al más alto nivel político, ya que ha dicho que tanto José María Aznar y como José Luis Rodríguez Zapatero se han paseado por Europa como emperadores romanos volviendo de una gran victoria.


Durante un desayuno coloquio organizado por el Centro de Estudios Jordi Pujol que ha tratado sobre la situación del sector financiero, el ex presidente catalán ha dicho que España, en general, ha de hacer un gran ejercicio de modestia porque lo que la ha caracterizado durante los últimos años ha sido el complejo de nuevo rico.

Según Pujol, han habido unas manifestaciones muy claras sobre ello a los más altos niveles de la política española y ha señalado que el ex presidente José María Aznar se paseaba por Europa como "un emperador romano volviendo de una gran victoria" y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, "igual", lo que ha considerado una petulancia.

Pujol también ha advertido del riesgo de que en España y sobre todo en Cataluña ocurra lo que en Italia, la "hipertrofia" de la administración, en el sentido en que todo el mundo "meta cucharada" y que no siempre los que llegan a los puestos lo hagan por su competencia
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EL HEROE JESUS NEIRA Y SUS CAGADAS

El héroe Jesús Neira, se vuelca contra el Estatut y llama “fantoche” y “tonto de ahogarse” a Montilla

“Zapatero es un autoritario y un antidemócrata de mierda. Sí, sí. ¡De mierda!”

MARCOS PARADINAS

Jesús Neira, que alterna su papel de héroe contemporáneo con su cargo de presidente del Observatorio contra la Violencia de Género de la Comunidad de Madrid, por obra y gracia de Esperanza Aguirre, también saca tiempo para acudir a tertulias ultramontanas como El gato al agua, de Intereconomía. Es en debates como éste donde Neira da rienda suelta a sus opiniones e insulta a Zapatero, Montilla, Bono y a todo aquel que se separe de sus tesis.


El pasado viernes, Jesús Neira volvió a pasar por El gato al agua para hablar un poco de todo, o más bien insultar un mucho a todos. Desde luego, el más machacado por este prohombre no fue otro que Zapatero: “Porque el presidente del Gobierno es un autoritario antidemócrata de mierda ¿comprendes? Sí, sí. ¡De mierda!”

Montilla, “un fantoche”
Las críticas de José Montilla a Mariano Rajoy por recurrir el Estatut, y sus llamamientos institucionales a defender el texto, encendieron el ánimo de Jesús Neira. El conductor del programa intentó picarle, preguntándole si creía que Montilla era un “desahogao”. Pero no hacía falta el anzuelo, porque Neira se basta solo: “Es un fantoche, absolutamente tonto de ahogarse”.

Contra Bono
De hecho, a Neira también le ha molestado la defensa que del Estatut ha hecho recientemente el presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, por lo que le acusa de tener “una caradura como la copa de un pino”. Pero el súmmum de su argumentario se despliega cuanto toca hablar de Zapatero, una de sus bestias negras, y de sus promesas previas a aprobar el texto estatutario.

“Antidemócrata de mierda”
“Es una imbecilidad de impresión. Es que esto no se le ocurre ni al que asó la manteca. Porque el presidente del Gobierno es un autoritario antidemócrata de mierda ¿comprendes? Sí, sí. ¡De mierda! Porque esto no se le ocurre ni a un alumno de la facultad. Decir: ‘Vamos a aprobar lo que salga de aquí de Cataluña’. ¿Usted quién puñetas es?”.

El más cabal…
El único que se atrevió a llevar la contraria a Neira, y encima con argumentos, ambas cosas novedades en El gato al agua, fue Lorenzo Dávila. El economista le recordó al profesor que por mucho que dijera Zapatero, el Estatut pasó por una infinidad de filtros, desde el Congreso de los Diputados hasta su Comisión Constitucional, que cribaron lo más polémico. Neira, que tanto criticó a Montilla por enfrentarse con el TC, acabó, quizá descolocado, asegurando que “diga lo que diga el Tribunal Constitucional, ese Estatuto es inconstitucional de arriba abajo”.

… y el menos votado
Estas y otras explicaciones le valieron a Lorenzo Dávila ser el tertuliano menos votado por los espectadores de Intereconomía, con un 7% de apoyo. Minutos antes, sólo llevaba el 0% de apoyos, lo que le valió una reprimenda del presentador: “Tiene usted que entrenarse para estrenarse, pero entrénese con alguna crítica al señor Zapatero”. O que aprenda de Neira, que con sus insultos consiguió colocarse en segundo lugar, con el beneplácito del 21% de los espectadores.
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ESPERANZA AGUIRRE, ANTES UN BUEN CANCER QUE UN MAL ORDENADOR

Dice nuestra querida doña Esperanza, que los ordenadores que propone el Ministerio de Educación para los estudiantes de nuestro país, no son suficientemente grandes, ni buenos, y que de utilizarlos acabarían todos ellos, los alumnos, no los ordenadores, con graves problemas de vista. Y en vez de darle la razón y loar la preocupación que siente por nuestros niños, la izquierda se lanza sobre ella acusándola de oponerse a cualquiera cosa que proponga el Gobierno, aunque ésta pudiera ser (sé que es un imposible) buena.


Pero imaginen por un momento que Esperanza tiene razón. Que los ordenadores son excesivamente pequeños, que los niños no son capaces de encontrar el dichoso icono para aumentar el cuerpo de la letra, (ya saben ustedes lo torpes que son los niños para la tecnología), y que en unos años tenemos millones de españoles cegatos. ¿Quién se acordará entonces de que ella fue la única que luchó por el bienestar de toda una generación? Porque nadie mejor que Esperanza para hablarles del peligro que suponen los hombres cortos de vista en miras de un provechoso futuro.

Pero no es por el odio que pueda sentir por los hombres cortos de vista, o con barba, o de cualquier otra condición, si no que lo que la mueve es la bondad. Fíjense ustedes si Esperanza es buena y defensora de causas imposibles, que por defender defiende el derecho de los fumadores a poder ejercer su noble vicio en locales cerrados y, si es necesario, llenos de no fumadores, es decir, en cualquier parte o lugar. Y no lo hace por oponerse al Gobierno, como dirán algunos malpensados, que está a punto de aprobar un nuevo proyecto de ley que prohibirá el tabaco en lugares públicos, si no de nuevo por su afán en la búsqueda del bienestar de todos. ¿No será mucho mejor que esos niños mueran de no muy mayores de un buen cáncer de pulmón, a que vivan muchos años, pero en un mundo que apenas alcanzan a vislumbrar?
BORJA MARÍA ZALLANA DE LOS ACEBOS
09/01/2010
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EL MALTRATO ANIMAL Y LAS CORRIDAS DE TOROS.

Desde LA DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS DE LOS ANIMALES aprobada por la UNESCO y la ONU, en octubre de 1978, se hace mención al maltrato animal, en su articulo 3: "Ningún animal será sometido a malos tratos ni actos de crueldad. Si es necesaria la muerte de un animal, esta debe ser instantánea, indolora y no generadora de angustia
Es triste comprobar como nuestra sociedad, ha sido incapaz hasta el momento de poner freno a la continua costumbre de descargar sus vilezas sobre los animales.
El maltrato a los animales comprende una gama de comportamientos que causan dolor innecesario, sufrimiento o estrés al animal, que van desde la negligencia en los cuidados básicos hasta el asesinato malicioso e intencional.
Los escándalos alimentarios, vacas locas, fiebre aftosa, peste porcina, están suscitando una gran preocupación sobre los perjuicios para la salud humana de una manera de entender la ganadería basada en los beneficios a toda costa.
Las granjas familiares han sido desbancadas por industrias donde se cría el mayor número de animales en el menor espacio posible con el mínimo coste.
Pero la aparición en medios de comunicación de imágenes de vacas temblorosas o de piaras de ovejas y cerdos quemados en hogueras para atajar la epidemia, acompañadas de simples comentarios sobre las pérdidas económicas, resultan tan cruel a pesar de su cotidianidad que, tímidamente, se está abriendo paso otro debate donde el consumidor no es la única víctima del afán de lucro desmedido.
La pregunta es si tenemos derecho a tratar a los animales que nos sirven de alimento con tanto desprecio.
No se trata de exigir el vegetarianismo o la prohibición de valiosos experimentos científicos con cobayas. Tampoco se discute por ejemplo, el derecho de comer pollo, pero sí la forma en que los pollos son torturados antes de llegar a nuestros platos. ¿Es imprescindible que se les hacine en decenas de miles, sin espacio para moverse? ¿Es lícito que se les haga alcanzar en solo ocho semanas el peso de mercado, manteniéndolos bajo luz artificial día y noche para que coman más? ¿Es inevitable que cinco de cada cien mueran de camino al matadero, que allí se les cuelgue boca abajo en una cinta transportadora, se les aplique una corriente eléctrica apara aturdirlos, se les rebane el cuello con una cuchilla automática y sus corazones, todavía palpitantes, bombeen el 50% de la sangre mientras agonizan, si es que tienen la suerte de morir antes de que se les sumerja en otro tanque, este de agua hirviendo para ablandarles las plumas?
El debate sobre la necesidad de mitigar el sufrimiento de los animales trasciende a la ganadería intensiva y salpica a todos los ámbitos en los que existe una relación entre el hombre y el resto de las especies, con especial incidencia en la industria peletera y la cosmética, pero sin olvidar el trato que damos a nuestras mascotas o a los ejemplares salvajes que son usados en espectáculos.

A continuación se relacionan los principales animales que bien por su explotación para el consumo, para la diversión o para el adorno, sufren innecesariamente:
Ballenas: Más de 20000 ballenas han sido masacradas por Noruega y Japón desde que entrara en vigor la moratoria sobre su captura. A los cetáceos se les dispara un arpón con una granada explosiva alojada en la punta que estalla dentro de la piel. La carne de ballena es un artículo de lujo, un manjar de ricos cuyo precio se dispara por encima de las 50000 pesetas el kilo.
Delfines: El número de delfines que mueren se incrementa cada año. Sólo en Japón este año las autoridades japonesas han autorizado el comienzo de la temporada de caza de unos 20.000 delfines. En realidad desde que en 1986 la Comisión Ballenera Internacional limitara la captura de ballenas la caza de delfines que no está regulada por ninguna organización internacional se ha incrementado.
Focas: Por su crueldad, las imágenes de la captura en el ártico de blancas focas bebé dan rutinariamente la vuelta al mundo cada año, con las nuevas temporadas de caza. Las crías son arrebatadas del regazo materno con una especie de pico lo suficientemente largo para eludir las dentelladas de sus madres, que chillan impotentes cuando a los bebés se les aplasta la cabeza con ese mismo pico para preservar la calidad de la piel. El pene de los ejemplares machos es utilizado en Asia como afrodisiaco.
En Canadá, el gobierno de ese país promueve la matanza, en una forma despiadada de miles de focas en su territorio. La meta es matar 350.000 focas para llegar a casi un millón en tres años.

Visones: Animales solitarios, el estrés de las jaulas donde se hacinan les vuelve locos. Por eso se autolesionan y devoran a sus crías. La investigación genética ha logrado ejemplares negros, grises, blancos y hasta azulados. Pero la contrapartida es que aparecen numerosas deformaciones y taras. Por ejemplo, el visón blanco nace completamente sordo.
Zorros: Su territorio de caza abarca hasta 50 kilómetros cuadrados, pero en una granja sólo dispone de una jaula que no llega al medio metro. El aburrimiento y el estrés les hace dar vueltas sin parar y comerse el rabo hasta el hueso. Para mantener la calidad de la piel, un método de sacrificio consiste en colgar al zorro del cuello con un gancho, introducirle un electrodo en la boca y otro en el ano con una barra metálica y electrocutarlo. Para la inseminación artificial se consigue el esperma con una descarga eléctrica.

Cocodrilos: Las pieles de decenas de miles de cocodrilos del criadero de un japonés y un colombiano en Panamá han saltado a las pasarelas de París, Milán o Nueva York, bajo marcas importantes como Oscar de la Renta, Gucci y Cartier, entre otras.

Actualmente, en el criadero del japonés Toshiyuki Kubota y el colombiano Iván Rueda crecen 40.000 ejemplares en siete lagos repartidos en siete hectáreas, separados por tamaño y sexo.

Sus pieles servirán para fabricar zapatos, carteras o bolsos, billeteras y cinturones para las grandes marcas de alta costura y su rica carne -cuyo sabor recuerda al pollo y al pescado- será servida en las mesas más exquisitas.

Este criadero panameño, llamado Zoocriadero Kubota SA, iniciado en 1992 por el japonés, abastece principalmente a los mercados de México, Italia, Japón y Singapur.

Desde entonces, las pieles de sus cocodrilos se pasean por el mundo y la suculenta carne ha sido degustada hasta en mesas presidenciales.
Ocas: El foie gras es producido mediante la introducción de largos tubos de metal por la garganta de patos y gansos, tubo que llega hasta sus estómagos, y por el que son forzados a comer hasta que su hígado se transforma en un órgano deforme, alargado y graso. Muchas veces, la manipulación termina con el órgano del ganso totalmente destrozado.
Hay una historia de maltrato de las aves y peligros para la salud de las personas y el medioambiente detrás de cada caja de huevos

Gallinas: La gallina ponedora moderna o las aves domésticas desciende del Junglefowl rojo (gallus de Gallus) de Asia. Este antepasado salvaje habita las zonas tropicales y los bordes subtropicales del bosque y durante su estación de crianza distinta ponen 5-6 huevos antes de incubar por 18-20 días.
Compare esto con las razas modernas de gallinas que ponen sobre 300 huevos en un año.

En el mundo, cerca del 70-80% de las gallinas ponedoras se crían en baterías de jaulas. La mayor parte de las gallinas de la Unión Europea se crían en jaulas.

En el Reino Unido, el consumidor medio come 170 huevos por año. De éstos, 140 se comen como huevos comprados en cáscara, mientras que 30 serán consumidos en forma procesada por ejemplo en las tortas y las comidas confeccionadas. Gran Bretaña produce 8.800 millones de huevos por año. La mayoría (60,5%) se venden a través de minoristas.

A partir de 2004, la legislación de la Unión Europea hizo obligatorio que los huevos sean etiquetados según el método de producción indicándose si proceden de granja o de jaulas.

En el sistema de batería, las gallinas se abarrotan en una jaula tan pequeña que no pueden estirar sus alas, no pueden caminar ni picotear o cavar en la tierra. Bajo estas condiciones las gallinas no pueden realizar la mayoría de sus comportamientos naturales, tales como bañarse con polvo, dormir en lo alto de una percha o más comúnmente llamado palo de gallinero, etc.
Hasta 90.000 gallinas enjauladas pueden ser abarrotadas en un galpón sin ventanas. Las jaulas en Europa se apilan entre 4 y 9 niveles. Japón asegura tener la instalación con mayor altura de jaulas: 18 niveles.

Hay evidencia científica clara de que las gallinas sufren en las jaulas. El sentido común también nos dice que mantener una gallina sana una jaula estéril del alambre, con menos espacio que una hoja ordinaria del papel de mecanografía, termina por causar sufrimiento. Estas condiciones hacen que sus cuerpos degeneren con la falta del ejercicio.

Las gallinas de jaula sufren osteoporosis ( huesos frágiles). La investigación ha demostrado que los 35% de muertes prematuras en jaulas son debido a osteoporosis, es decir una muerte lenta debido a la parálisis y alambre de la parte posterior de la jaula.

Prácticamente inmovilizadas, con luz durante las veinticuatro horas del día, para obligarlas a que la puesta de huevos no se interrumpa prácticamente en todo el año, y añadiendo a su comida habitual granulado de calcio para que pueda producir la cáscara de los huevos.
Cerdos: En la Unión Europea son asesinados 240 millones de cerdos al año, y en todo el mundo 956 millones, con el objetivo de que sus cuerpos sean destinados a la industria de la alimentación. Para que haya más carne de cerdo disponible, se realizan experimentos genéticos para conseguir animales más rentables
Los cerdos son explotados por su carne y, al ser considerados meros recursos, reciben un trato correspondiente a dicho estatus. España se sitúa en el segundo país de la Unión Europa con mayor número de cerdos en el sector de la ganadería, hasta un total de casi 25 millones, una cifra una vez más sólo superada en la Unión Europea por Alemania. Debido a las características de los cerdos, su explotación en España ha alcanzado el mayor grado de industrialización e intensificación del conjunto de animales.
En definitiva, los cerdos se han convertido en máquinas de producir carne y sus vidas, bien sea en las explotaciones extensivas o intensivas, sólo conocerán el sufrimiento, las privaciones y finalmente la muerte.
El transporte al matadero es una situación que sufrirán los cerdos de cualquier tipo de explotación. Si bien los de las intensivas se encuentran en un estado más lamentable, es posible que para los cerdos de la ganadería extensiva sea una experiencia aun más traumática, pues están acostumbrados a un mejor trato y a mayor movilidad. En el transporte al matadero los cerdos son hacinados en camiones. Cuanto más apretados se encuentran, menos golpes pueden darse contra el suelo o los barrotes del camión. En algunos casos apenas pueden moverse y no les dan comida ni agua, en un viaje que podría incluso durar días. Sin embargo, independientemente de las condiciones del viaje, los cerdos sufren estrés y angustia al encontrarse en un lugar desconocido y nada agradable para ellos, sin poder saber lo que les va a ocurrir y sufriendo la impotencia de no poder escapar a un lugar donde dejen de sentirse tan mal.
Lo mismo que se hace con los cerdos, se puede aplicar a los conejos, patos, pavos gallinas etc.etc.
Los cerdos viajan generalmente en camiones en los que pueden estar hasta 24 horas seguidas según la normativa existente de la Unión Europea. Los cerdos son transportados en determinados casos aun cuando están enfermos o heridos, como en el caso de enfermedades o heridas que formen parte de un programa de investigación, o a causa de la castración.
Solo en España mueren cada año decenas de millones de cerdos. A lo largo de 2009 fueron asesinados más de 40 millones de cerdos .
Los terneros sufren estrés cuando son llevados a lugares que desconocen o no les son familiares (como cuando son transportadas en camiones hacia el matadero.
Las vacas y terneros una vez son aturdidos con una pistola de proyectil cautivo son colgadas boca abajo de una cadena en movimiento que las desplazará hasta el operario que le cortará el cuello para que se desangre. Las vacas tardan varios minutos en desangrarse, durante este tiempo se suele tratar de recoger su sangre para su utilización posterior.
Los métodos de aturdimiento para cerdos pueden ser la electronarcosis (aplicando una descarga en la cabeza con unas pinzas eléctricas) o la cámara de gas.
El aturdimiento es aceptado sin problema por la industria ganadera por dos motivos. En primer lugar, supone que la carne resultante tenga un mejor sabor. Asimismo, con el aturdimiento se consigue que la conciencia de los consumidores de carne esté más tranquila, lo cual provoca un aumento de la demanda.
Los métodos empleados de aturdimiento son los siguientes:
La electronarcosis es el método de aturdimiento más empleado, consistente en aplicar una descarga con unas pinzas eléctricas. La descarga puede realizarse sobre la cabeza, o conjuntamente sobre la cabeza y otra parte del cuerpo (cabeza-corazón o cabeza-espalda). Al aplicarse sólo sobre la cabeza, se usan unas pinzas con dos electrodos, que se aplican en los lados de la cabeza. Dichos electrodos provocan una insensibilidad reversible, que se extiende entre treinta a cuarenta segundos. Si el animal no es desangrado antes de 15 segundos recuperará la sensibilidad mientras es degollado Los dos equipos más comunes de descarga son: el de bajo voltaje (70-150V), que es aplicado de 3 a 7 segundos, durante los cuales el animal puede sufrir una descarga dolorosa antes de quedar aturdido; y el de alto voltaje (150-700V). Si la descarga es inferior a lo establecido por las normas, el animal no quedará insensibilizado, sino que sufrirá una parálisis generalizada dolorosa. En cambio, si la descarga es superior a lo marcado, el animal puede sufrir fracturas óseas, equimosis y hemorragias. En el caso de que la descarga se aplique también sobre otra parte del cuerpo, se aplica un tercer electrodo en la médula espinal o en la zona de proyección del corazón. Así, la corriente pasa de los electrodos de la cabeza al tercer electrodo. En el aturdimiento cabeza-espalda, si la distancia entre el tercer electrodo y los de la cabeza es muy corta, no se provocará un paro cardíaco al no estimularse el corazón. Asimismo, si la distancia es muy larga, la descarga provocada producirá un paro cardíaco doloroso antes de que el cerdo quede inconsciente.
La cámara de gas supone encerrar a los animales en una habitación donde se les administra una mezcla de anhídrido carbónico y oxígeno. Este método tarda aproximadamente 21 segundos en hacer que los cerdos pierdan la sensibilidad aunque depende mucho de la raza y características genéticas del cerdo -los humanos también reaccionan de forma diferente ante las altas concentraciones de dióxido de carbono.
Ambos métodos pueden ser inefectivos debido a las prisas de los matarifes o a un tiempo excesivo entre el aturdimiento y el corte de garganta, que puede hacer que el animal recupere la consciencia, como de hecho ocurre en un alto porcentaje de los casos.
Un estudio realizado durante tres años en 29 mataderos de Inglaterra reveló que el aturdimiento es a menudo insuficiente. El 36% de los cerdos eran aturdidos de mala forma y un 15,6% de ellos tenían que volver a ser aturdidos. El 20,5% recuperaba la consciencia cuando iban a cortarles la garganta.
Tras el aturdimiento se les cuelga bocabajo de las piernas traseras en una guía anclada en el techo que les transporta hacia donde espera el matarife para degollarlos. El matarife produce una incisión profunda en la papada del animal para alcanzar los grandes vasos sanguíneos poco antes de su llegada al corazón. Finalmente, la mayoría de los cerdos mueren desangrados antes de llegar a la cámara de escaldado, donde por desgracia algunos entrarán aún conscientes
Corderos: En España, mueren en los mataderos 20 millones de corderos al año, y 3 millones de ovejas desechadas. Son utilizados como simples recursos para producir carne, leche, lana y otros subproductos. Los corderos consumidos son los llamados “lechal” y “pascual”, bebés de ovejas de 3 y 4 meses de edad, respectivamente, todavía en periodo de lactancia. La leche producida por las ovejas que no llegará a alimentar a los corderos será destinada a consumo humano. Las ovejas que dejen de ser suficientemente productivas serán enviadas al matadero. La vida de todos estos animales se basa exclusivamente en la producción de beneficios económicos para sus propietarios.
La forma de matar al animal consiste en suspenderlo vivo por las patas traseras y cortarle la cabeza, con este método se logra el desangrado del animal y una mejor presentación de la canal.
La duración del desangrado del animal está condicionada por el diseño de la instalación y el volumen de producción del matadero. A menudo, este tiempo no es suficiente para asegurar el desangrado óptimo del animal. Según datos bibliográficos, el total de sangre por animal puede suponer entre un 4-5% del total del peso del animal, y de este volumen, el 20-40% permanece en el animal tras la operación de sacrificio y desangrado.
A las ovejas, cabras y corderos generalmente se les mata mediante degüello manual, esto es, cortándoles el cuello. Tras el corte existe un periodo de desangrado, en el que ha de morir realmente el animal, antes de proceder al desollado del animal.
Perros: En España, a fin de temporada, los podencos y galgos utilizados en la caza (desgraciados protagonistas de las fotos, que están circulando por toda la red), son con frecuencia sacrificados y, como se puede ver, en alguna ocasión con tintes auténticamente sádicos: Palos en la boca para que mueran de hambre, ahorcados con los patas rozando el suelo para que la agonía sea más larga, o “simplemente” atados y abandonados. Carlos García ha creado una estremecedora web que titula español avergonzado denunciando algunos casos de malos tratos a los galgos en España, tanto en la caza como en los canódromos de apuestas deportivas. La denuncia de que 50.000 galgos son asesinados todos los años en España y el caso de Nena, una perrita quemada y abandonada en Los Ángeles de San Rafael (Segovia) ha despertado el debate sobre los delitos a los animales.
Las peleas de perros son una práctica ilegal que se realizan de forma encubierta en muchas ciudades. Los entrenadores preparan a los perros para pelear, imponiéndoles un cruel régimen desde que nacen. Se les limita el alimento para cambiarles el carácter, se les obliga a golpear a otros perros para hacerlos bravos, y forzados a correr durante largos períodos de tiempo, para volverlos más resistentes.
Para fomentar el instinto asesino, los entrenadores utilizan cachorros, gatos y otros animales pequeños como carnada. Estos animales pequeños son inmovilizados, y los perros que, anteriormente fueron castigados y privados de alimento, los matan.
Más de dos millones de perros y gatos se sacrifican anualmente para obtener sus pieles, especialmente en la China y otros países asiáticos.
En China, puede resultarnos escalofriante. Encontraremos a perros y otros animales hacinados en jaulas donde puedes estar varios días a temperaturas casi de congelación sin agua ni comida ni cobijo, al lado de los cadáveres de quienes hasta hacía poco tiempo eran sus compañeros de cautiverio. En el mercado no hay escrúpulos, los matan delante de las miradas de los demás. Los perros no pueden hacer otra cosa que aullar, ladrar y desesperarse. Se puede ver el miedo en sus ojos. Saben que serán los próximos.
Los dueños de los puestos se encargan ellos mismos de matar al perro que elijas. Por unos cuantos yenes puedes llevarte un trozo de carne de perro listo para cocinar. Antes de matarles, y a modo de aderezo para la carne, les torturan durante varios minutos para que, presas del pánico y del dolor, segreguen adrenalina y otras hormonas que harán que después su carne sepa más fuerte. En China y Corea del Sur existe la creencia de que esto proporciona vigor a quien la consume, por lo que se tortura a los perros para hacerles sufrir especialmente con el fin de que su carne adquiera dicho sabor. A algunos les queman vivos con un soplete tras colgarles de un alambre. Otros son electrocutados, estrangulados, apaleados hasta su muerte o cualquier combinación de estas prácticas. En algunos mataderos les golpean en la cabeza con una barra de hierro y les clavan un cuchillo en la garganta para que se desangren. Cerca de tres millones de perros cada año pasan por todo esto.
Gatos: Los gatos son animales que nadie en occidente esperaría encontrar entre los ingredientes de un plato. Pero en China y Corea del Sur son convertidos precisamente en eso.
Los gatos son criados en naves apartadas de las ciudades o capturados en la calle para luego ser vendidos en mercados. El silencio de los animales deshidratados y desesperados en los mercados es terrible.
En Corea del Sur son frecuentes las historias de quienes encuentran mercados en las que las jaulas amontonadas en pilas de hasta tres o cuatro esconden a indefensos gatos algunos vivos, otros muertos. Algunas gatas extenuadas de calor, deshidratadas enfermas, todavía intentan confortar a sus gatitos.
Una vez en las manos de sus asesinos, estos les arrojan vivos a tanques de agua hirviendo de los que los gatos lucharán inútilmente por escapar. El dolor es máximo, la piel empieza a hincharse y cada vez que tratan de respirar el agua hirviendo entra en sus pulmones quemando todo a su paso, los ojos se les queman... no hay parte del cuerpo que no les duela el sufrimiento segundos antes de su muerte es inimaginables. Tras varios minutos de agonía, finalmente mueren por las quemaduras o ahogados. Una vez muertos, sus cadáveres serán cocidos hasta que prácticamente se disuelvan en el agua y formen una especie de caldo denominado Goyangi-tan cuyo significado literal es gato líquido. Esto le sucede a varios centenares de miles de gatos cada año. Probablemente mientras estés leyendo esta descripción, varios de ellos la están sufriendo en sus propias carnes.
Sin duda esta práctica resulta aterradora para quienes vivimos en sociedades occidentales y conocemos a los gatos personalmente.
Sin embargo, sin ir tan lejos como hasta el otro lado del mundo, encontramos que la práctica de matar a los animales arrojándoles en agua hirviendo directamente está incluso más extendida aquí que allí. Tanto en toda España como resto de Europa y EE.UU. millones de cangrejos, langostas y centollos, pulpos, son metidos en vida, y plenamente capaces de sentir, en ollas con agua hirviendo en las cocinas de restaurantes y casas de medio mundo. Estos animales, a pesar de lo extraños que nos puedan resultar o de la poca empatía que puedan provocar, son tan capaces de sentir como lo es cualquier gato.
Toros: La polémica suscitada sobre las corridas de toros, hay quien se pregunta algo más modesto, como si es conveniente su emisión televisa en horario infantil. Solo es el primer paso a una nueva sensibilidad, pero no hace mucho, algunos aficionados consideraban un sacrilegio que se protegiera al caballo del picador con un peto. En una corrida podían morir corneados una docena de caballos. ¿Qué espectador asistiría hoy a esa matanza?
Las corridas de toros son un espectáculo bochornoso en tres actos, de unos veinte minutos de duración, que escenifica la falsa superioridad y la fascinación enfermiza con la sangre y la carne de la que se alimentan, contra toda lógica ética, quienes creen tener un derecho a disponer a su antojo de la vida de otros seres sensibles, llegando incluso a justificar y trivializar la muerte del toro como arte y diversión; un comportamiento patológico que nace de una incapacidad para afrontar el dolor de las víctimas y una morbosidad irrefrenable ante la posibilidad de ser testigo directo de alguna cornada, o de la muerte del matador, incrementa el carácter macabro de la corrida.
En España mueren más de 11.000 reses bravas todos los años en el albero.
Arte centenario para unos, sangría gratuita para otros.
La tauromaquia genera posturas irreconciliables. En los últimos años las voces que piden su supresión se hacen oír con más fuerza que nunca.
A los ecologistas se les han unido algunos partidos nacionalistas. Su activismo coincide, sin embargo, con un momento dulce para los taurinos. Tras una larga travesía por el desierto, una nueva generación de toreros ha devuelto la ilusión a los aficionados y ha atraído la atención de los medios de comunicación. El último pulso entre ambos bandos tiene su campo de batalla en la protección de la infancia.
¿Es lógico que los niños puedan asistir a un espectáculo donde la muerte está presente?
El Gobierno francés, a propuesta de las asociaciones protectoras de animales, ha anunciado que estudiará prohibir el acceso a los menores de 16 años a las corridas de toros.
Nicolás Sarkozy, aficionado taurino confeso, ha querido dejar claro que este paso no supone compromiso alguno y que la tauromaquia no será eliminada sin consenso. Nosotros le debemos el mismo respeto a las convicciones tanto de los opositores como a las de los defensores de las corridas, han señalado desde el Elíseo.
El sur de Francia se ha convertido en un santuario para los taurinos. En localidades como Nimes, Bayona, Mont de Marsan, Arles, Dax, Béziers y Ceret hay devoción por la fiesta. Allí las plazas tienen fama de duras por las ganaderías seleccionadas, pero las primeras figuras torean allí cada vez con más frecuencia. Por este motivo, el anuncio del Ejecutivo francés ha sido acogido por las organizaciones contrarias a los toros como el primer paso para su prohibición.
Como suele ocurrir en todo debate, las dos partes esgrimen estudios y opiniones de expertos. Hasta la fecha, uno de los análisis más minuciosos fue encargado en 1999 por el entonces defensor del menor de la Comunidad de Madrid, Javier Urra, a diferentes profesores universitarios y psiquiatras. Las conclusiones finales corrieron a cargo de Enrique Echeburúa, catedrático de la Universidad del País Vasco. Con los datos actualmente disponibles, no se puede considerar como peligrosa la contemplación de espectáculos taurinos por menores de 14 años. No hay bases suficientes para sustentar científicamente una medida como la prohibición de su entrada en las plazas, asegura este experto.
Las organizaciones contrarias a la fiesta de los toros opinan que prohibir la entrada de menores será insuficiente si no está acompañada de otras medidas como la erradicación de las corridas televisadas en horario infantil. ¿Cómo va a ser bueno para un niño asistir a un evento que supone el máximo ejemplo del maltrato animal, donde además la gente disfruta con ese daño y pide más sangre?.
Los taurinos, por su parte, aseguran que en el ruedo los niños pueden aprender valores positivos. "Yo soy padre y me preocupa mucho más que mis hijos vayan a un campo de fútbol donde hay todos los días muestras de violencia masiva", argumenta Luis Francisco Esplá, matador de toros. En la plaza, en cambio, no se necesita protección ni se separa a los partidarios de un torero de los del otro. Además, interviene el orden, el rito, lo que inicia a los niños en una serie de pautas y valores que ya no existen en la sociedad, añade Esplá.
Parece evidente que lo que subyace tras el debate sobre la infancia y los toros es una discusión sobre el sentido de la fiesta en el siglo XXI.
Los grupos contrarios a las corridas creen que en la sociedad ya no tienen cabida. En octubre de 2006, una encuesta de la empresa Investiga (antes Gallup) concluyó que el 72,1% de la población española afirmaba no tener ningún interés por los espectáculos taurinos y sólo el 26,7% decía sentirse interesada. Estos datos indican una caída del interés por los toros, ya que en 1999 los aficionados alcanzaban el 38% de la población.
Joan Herrera, portavoz de Iniciativa per Catalunya-Verds en el Congreso durante la última legislatura, considera que la tauromaquia debe sufrir una profunda reforma para adaptarse a una sociedad con mayor sensibilidad a los temas de maltrato. Matar a un animal nunca debe ser objeto de un espectáculo público. Las corridas constituyen una tradición desfasada en la que hay elementos sádicos, opina.
En los últimos años, el movimiento contrario a los toros ha trascendido el ámbito de los ecologistas y de los defensores de los animales, dando el salto a la política. Así, el Ayuntamiento de Barcelona, en una decisión sin precedentes, declaró en 2004 la capital contraria a las corridas y a favor de los derechos de los animales. Aunque la medida no es vinculante -las competencias son autonómicas-, es bastante sintomática de la fuerza que están adquiriendo las posturas contrarias a los toros.
Pero también se ha creado una Plataforma en Defensa de la Fiesta en la que además de gentes del gremio y aficionados hay intelectuales como Mario Vargas Llosa y Albert Boadella. La llegada de una nueva generación de toreros -los franceses Sebastián Castella y Juan Bautista, o los españoles Cayetano Rivera Ordóñez y Alejandro Talavante-, y el regreso de José Tomás, escenificado precisamente en la plaza de Barcelona, quizá explica por qué, en contra de la encuesta que habla de declive, el número de festejos taurinos (incluyendo novilladas y rejones) en 2006 fue de 1.989, un 2,15% más que el año anterior. Asimismo, el número de espectáculos taurinos televisados en 2006 subió un 16,5%, según las cifras del Ministerio del Interior. "No hay pretensión de proteger a la infancia. Lo que se busca es cortar la transmisión de la afición de una generación. Entre los 7 y los 14 años se conforman los hábitos de ocio y las costumbres culturales", asegura Luis Corrales, presidente de la Plataforma en Defensa de la Fiesta, sobre la prohibición del acceso de menores a la plaza. Además, asegura que las reformas que se proponen para la fiesta, como la de no matar al toro en la plaza, no tienen fundamento: Está comprobado que el toro sufriría mucho más si se le mata a posteriori, en frío.
Una hipotética abolición de las corridas de toros tendría consecuencias económicas. El sector factura cerca de 1.500 millones de euros al año y da trabajo directo e indirecto a 200.000 personas. Además, un millar de ganaderías especializadas en la cría de reses bravas ocupan una extensión de 400.000 hectáreas en España, y los taurinos consideran que la supresión de las corridas supondría el fin de un "paraíso ecológico" que quedaría al albur de la especulación.
El tópico de que la prohibición de los toros destruiría muchos empleos es falso, señala Joan Herrera. Este parlamentario considera que hay que abordar la reconversión del sector. Sólo basta preguntar a los agricultores en Andalucía lo poco productivo que es dedicar tantas hectáreas de terreno a la cría de toros, concluye.
Las posturas de unos y otros parecen irreconciliables y el debate llega a extremos como el que sufrió Javier Urra cuando, como defensor del menor de la Comunidad de Madrid, encargó el estudio acerca del impacto de la tauromaquia en los menores. Me llegaron a insultar por la calle e incluso se negaron a servirme un café en determinados bares, recuerda.
La propuesta que ahora se estudia en Francia está vigente desde hace varios años en Cataluña. En esta comunidad los menores de 14 años no pueden ir a los cosos ni acompañados.
Además, en el País Vasco, se aprobó el pasado mes de octubre el proyecto del nuevo reglamento taurino que dice que los menores de 16 años sólo podrán asistir a los cosos acompañados de un adulto.
La primera comunidad autónoma que abolió las corridas de toros en España, fue Canarias que lo hizo en el año 1991.
Si Cataluña aprobase la Ley Antitaurina, a la que ha dado vía libre su Parlamento para su tramitación en votación realizada el 15/12/2009, sería la segunda comunidad que aboliese en España las corridas de toros.
En cambio, cincuenta ciudades del sur y del suroeste de Francia, entre las que se encuentra las plazas de toros mas importantes como Arles, Dax, Bayona o Beziers, han decidido tomar medidas para incorporar al patrimonio intangible de la Unesco la cultura taurina, pertenecientes algunas a la Cataluña francesa, han establecido un registro para llevar la cultura taurina al patrimonio cultural de la UNESCO, informó el 16/12/2009 el Observatorio francés de las culturas taurinas, arguyendo que si pertenecen al patrimonio cultural de la UNESCO el tango argentino, el Ballet Real de Camboya, el encaje croata, o la caligrafía china. ¿Por qué no las corridas de toros?.
Una solicitud considerada de locura, por la Alianza Anticorrida francesa.
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LA HORA Y EL TURNO DE LA ECOLOGIA MENTAL

El 2 de febrero de 2007, al oír en Paris los resultados del estudio sobre el calentamiento global dados a conocer por el Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC), el entonces presidente Jacques Chirac dijo: «Como nunca antes, tenemos que tomar la palabra revolución al pie de la letra. Si no lo hacemos, ponemos en peligro el futuro de la Tierra y de la Humanidad». Antes de él, otras voces, como la de Gorbachev y la de Claude Lévy Strauss -poco antes de que falleciera- advertían: «o cambiamos de valores civilizatorios o la Tierra podrá continuar sin nosotros».

Este es el punto ocultado en los foros mundiales, especialmente en el de Copenhague. Si se reconociera abiertamente, implicaría la autocondena del tipo de producción y de consumo con su cultura mundialmente vigente. No basta que el IPCC diga que, en gran parte, el calentamiento ahora irreversible está producido por los seres humanos. Ésta es una generalización que esconde a los verdaderos culpables: los hombres y mujeres que formularon, implantaron y globalizaron el modo de producción de bienes materiales y los estilos de consumo que implican depredación de la naturaleza, clamorosa falta de solidaridad de las generaciones actuales con las futuras.

De poco sirve gastar tiempo y palabras en encontrar soluciones técnicas y políticas para disminuir los niveles de gases de efecto invernadero si seguimos manteniendo este tipo de civilización. Es como si una voz dijese: «pare de fumar, si no va a morir» y otra voz dijese lo contrario: «siga fumando pues ayuda a la producción que ayuda a crear empleos que ayudan a garantizar los salarios que ayudan al consumo que ayuda a aumentar el PIB». Y así alegremente, como en los tiempos del viejo Noé, vamos al encuentro de un diluvio pre-anunciado.

No somos tan obtusos como para decir que no necesitamos la política y la técnica. Las necesitamos mucho, pero es ilusorio pensar que la solución está en ellas. Hay que incluirlas en otro paradigma de civilización que no reproduzca las perversidades actuales. Por eso, no basta una ecología ambiental, que ve el problema en el ambiente y en la Tierra. Tierra y ambiente no son el problema. Nosotros somos el problema, el verdadero Satán de la Tierra, cuando deberíamos ser su ángel de la guarda. Entonces es importante hacer, como decía Chirac, una revolución. ¿Pero cómo hacer una revolución sin revolucionarios?

Necesitan ser suscitados. ¡Y qué falta nos hace un Paulo Freire ecológico! Él decía sabiamente algo que se aplica a nuestro caso: «No es la educación la que va a cambiar el mundo. La educación va a cambiar a las personas que van a cambiar el mundo» Necesitamos estas personas revolucionarias, si no, preparémonos para lo peor, porque el sistema imperante está totalmente alienado, se ha vuelto estúpido, arrogante y ciego frente a sus propios defectos. Es la tiniebla y no la luz del túnel donde nos encontramos.

En este contexto invocamos una de las cuatro tendencias de la ecología (ambiental, social, mental, integral): la ecología mental. Trabaja con lo que pasa por nuestra mente y nuestro corazón. ¿Cuál es la visión del mundo que tenemos? ¿Qué valores orientan nuestra vida? ¿Cultivamos una dimensión espiritual? ¿Cómo debemos relacionarnos con los otros y con la naturaleza? ¿Qué hacemos para conservar la vitalidad y la integridad de nuestra Casa Común, la Madre Tierra?

Unas pocas líneas no dan para trazar el diseño principal de la ecología mental, cosa que hemos hecho en varias obras y vídeos. El primer paso es asumir el legado de los astronautas que vieron la Tierra desde fuera de ella y se dieron cuenta de que Tierra y Humanidad forman una entidad única e inseparable, que es parte de un todo cósmico. El segundo es saber que somos Tierra que siente, piensa y ama, por eso homo (hombre y mujer) viene de humus (tierra fecunda). El tercero, que nuestra misión en el conjunto de los seres es la de ser los guardianes y los responsables del destino feliz o trágico de esta Tierra, hecha nuestra Casa Común. El cuarto es que junto con el capital natural que garantiza nuestro bienestar material, debe venir el capital espiritual, que asegura aquellos valores sin los cuales no vivimos humanamente, como la buena voluntad, la cooperación, la compasión, la tolerancia, la justa medida, la contención del deseo, el cuidado esencial y el amor.

Éstos son algunos de los ejes que sustentan un nuevo ensayo civilizatorio, amigo de la vida, de la naturaleza y de la Tierra. O aprendemos estas cosas por convencimiento, o lo haremos por padecimiento. Éste es el camino que la historia nos enseña.

Leonardo Boff
2010-01-08
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SUEÑOS DE JUAN JOSE MILLAS

Yo quiero estar imputado, como Camps, para ser feliz, para reír con la franqueza con la que ríe él, para divertirme a la entrada y a la salida de los juzgados, para que la gente me aplauda y me jalee como a un actor de moda, para que la alcaldesa de Valencia o cualquier otra se muera por acompañarme, del brazo, a los tribunales de justicia. Tengo derecho a ser feliz, a que me regalen trajes y entradas para el circo, lo mismo que a mi señora y a mis hijos. Yo quiero que mis defectos se hagan públicos y que a
la gente le parezcan normales, del mismo modo que parece normal no usar para nada las tarjetas de crédito.
- Querida, te cojo doce mil euros de la caja de la farmacia, para hacerme unas chaquetas.
- Vale, corazón, pero no pidas factura, que estoy de papeles hasta el gorro.

Yo quiero que las bolsas de plástico con las que la gente me ve ir y venir por la calle estén llenas de billetes de 500 euros y no de judías verdes o lechugas.

Yo quiero pagar al contado mis viajes a Sudáfrica (8.000 euros) y devolver 300.000 en billetes de 50 sin que a nadie le parezca raro. ¿Qué pasa? ¿Son obligatorias las transferencias?

Yo quiero estar a gusto conmigo mismo, con mi conciencia, como Trillo, que no tiene remordimiento alguno por lo del Yak 42. Lo malo es que yo no he estado implicado en nada raro, ni en estafas, ni en muertes, ni en cohechos, ni en maquinaciones para alterar el valor de las cosas, sólo en pequeñas miserias, en tonterías de andar por casa, en mezquindades que no llaman la atención de los jueces, que no van a ningún sitio. Y por eso, sospecho, sufro de tantos problemas de conciencia y de tantas dificultades para ser feliz. No tengo amiguitos como El Bigotes, como Correa, no frecuento los bajos fondos. Del trabajo a casa y de casa al trabajo, perra vida. Por eso Rita Barberá no me llama para acompañarme al juzgado y echar unas risas por el camino, como los actores cuando atraviesan la alfombra roja.

Yo quiero ser un chorizo, no por los trajes, ni por los viajes a Sudáfrica ni por los 300.000 euros que me dan un día y devuelvo al siguiente en bolsas del supermercado, sino para que la gente me quiera más.
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EL PP VUELVE A LA CIENAGA

El PP vuelve a la ciénaga y señala a Zapatero como “el señor X” del caso Faisán

La derecha ha vuelto a la ciénaga respecto a la lucha antiterrorista. Muy mal debe de estar, por tanto, Mariano Rajoy –a pesar de la encuesta de ayer de El Mundo, periódico que en el fondo está siempre, más o menos maquillado, al servicio de la derechona-, cuando recurre una vez más a practicar política de cloaca. El PP no ha excluido ocasión alguna, desde la transición acá, para politizar en favor suyo –pro domo sua- la batalla contra ETA.
Y cuando quienes atacaron brutalmente -el 11-M de 2004- fueron los terroristas vinculados, de un modo u otro, con Al Qaida, no se les ocurrió a José María Aznar y a su guardia pretoriana otra vía de engaño a la opinión pública española que inventarse la autoría de ETA. Es lamentable, pero en no pocas oportunidades da la impresión que el PP no sabe sobrevivir políticamente sin el auxilio de ETA.

Historia de muy lejos
La historia viene de muy lejos. Por ejemplo, hubo una época, hacia 1985/86, en la que ETA acostumbraba, con suma crueldad, a asesinar -en la capital de España, en Madrid- a militares, muchos de ellos de alta graduación. Desgraciadamente, lo hicieron los matarifes de la banda terrorista durante meses, con una frecuencia inquietante, y con el estremecedor trasfondo del 23-F, detrás.

“En nueve meses”
Pues bien, cada vez que se producía un atentado mortal contra oficiales y generales del Ejército, Manuel Fraga Iribarne, fundador y líder máximo de Alianza Popular (AP), el principal partido de la oposición a Felipe González, declaraba sin tapujos: “Si yo fuera ministro de la Gobernación, acabaría con ETA en nueve meses”. Paradójicamente, Fraga Iribarne ya había sido –exactamente a lo largo de nueve meses- ministro de la Gobernación [Ministerio que más tarde pasó a denominarse de Interior], en el primer Ejecutivo, tras la muerte de Franco, que presidía Carlos Arias Navarro.

Cantó Anson
Años después, Aznar –sucesor de Fraga Iribarne, nombrado a dedo por Fraga Iribarne-, montó la de Dios es Cristo a cuenta de los GAL y convirtió este asunto en una plataforma siniestra para lograr su acceso a la Moncloa. Contó con numerosas complicidades, algunas de carácter judicial, y otras, periodísticas, teledirigidas éstas por Pedro J. Ramírez, como cantó en la revista Tiempo, pasado un tiempo, el mismísimo Luis María Anson, quien ejerció también, y con gran intensidad, de conspirador contra González.

Lo único que interesaba
El caso GAL, más allá de cualquier otra consideración, sólo sirvió para desacreditar al Gobierno González. Eso era lo único que interesaba al PP, metido hasta el cuello en el fango con tal de obtener réditos electorales gracias a los GAL. Procuró Aznar sacar el mayor provecho posible, en términos partidarios, de la guerra sucia contra ETA. Sin embargo, se vetó y se impidió –por parte de los referidos periodistas, por parte de jueces y fiscales y por parte de los populares- que se investigara en paralelo los precedentes de los GAL. O sea, el Batallón Vasco-Español, la Triple A y otras organizaciones especialidades en guerras sucias, bajo la sombra directa o indirecta de Gobiernos anteriores.

Tenebrosa lista
Podríamos añadir además, en la tenebrosa lista de acciones llevadas a cabo por los genoveses con el fin de sacar tajada del combate contra los terroristas, el escandaloso comportamiento de Mariano Rajoy y sus camaradas –políticos, mediáticos y religiosos- en relación al proceso de paz y diálogo con ETA, impulsado por el actual presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero en su primera legislatura. Todo aquello es tan reciente que no resulta difícil recordarlo.

Aves corroñeras
Fue una exhibición indecente, desde todos los aspectos, de cómo una cuestión claramente de Estado -cual es la batalla contra los independentistas violentos y, a menudo, criminales- era vulnerada, violada y machacada desde los escaños del PP y desde las tribunas mediáticas transformadas en aves carroñeras. Equiparar -como se hizo reiteradamente- al presidente Zapatero con los asesinos etarras no fue una ocurrencia marginal, sino una consigna vomitiva.

El caso Feisán
Ahora, en efecto, el PP de Rajoy vuelve a la ciénaga. El muy activo vicesecretario de Comunicación popular, Esteban González Pons, ha acusado a Zapatero de ser “el señor X” del caso Faisán. O sea, que los genoveses quieren recuperar, a estas alturas, la demagógica parafernalia de los GAl para derribar a Zapatero. Llevan dándole muchas vueltas a un chivatazo que pudo impedir, a sabiendas del ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y probablemente de Zapatero, la detención de uno o más etarras o cómplices de los etarras.

¡Menudo escándalo!
Se rasgan las vestiduras El Mundo, ABC, La Gaceta y el resto de comparsas radiofónicos, televisivos, de prensa escrita tradicional o digital. ¡Menudo escándalo! ¡He aquí la prueba del nueve de que Zapatero y sus ministros protegían a los etarras! Pretender trasformar una acción concreta, que además está por probar, orientada a buscar el fin de la violencia en Euskadi, en un delito de lesa patria, o poco menos, sólo ratifica la villanía de una derecha que sólo sabe ganar destruyendo y no creando nada positivo y sensato. Y todo ello desde Fraga hasta Rajoy, sin olvidar Aznar, el apologista de la guerra sucia, asquerosa y repugnante de Irak, donde se sigue a día de hoy matando a mansalva.

Enric Sopena es director de El Plural
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TIERRA Y HUMANIDAD: UNA COMUNIDAD DE DESTINO

Tenemos que empezar el año con esperanza, pues urge hacer frente al clima de conmoción y de frustración que significó la COP 15 de Copenhague. Ciertamente, el calentamiento global comporta graves consecuencias. Sin embargo, desde una perspectiva más filosofante, no estaría destinado a destruir el proyecto planetario humano, sino que lo obligaría a elevarse a un estadio más alto para que sea realmente planetario. Urge pasar de lo local a lo global y de lo nacional a lo planetario.

Si miramos hacia atrás en el proceso de la antropogénesis, podemos afirmar: la crisis actual, como las anteriores, no nos llevará a la muerte sino a una integración necesaria de la Tierra con la Humanidad. Será la geosociedad. En ese caso, estaríamos entonces ante un sol naciente y no ante un sol poniente.

Tal hecho objetivo conlleva un dato subjetivo: la irrupción de la conciencia planetaria con la percepción de que formamos una única especie, ocupando una casa común, con la cual formamos una comunidad de destino. Esto nunca había ocurrido antes, es lo nuevo de la actual fase histórica.

Es innegable que hay un proceso en curso que ya tiene miles de millones de años: la ascensión rumbo a la conciencia. A partir de la geosfera (Tierra) surgió la hidrosfera (agua), enseguida la litosfera (continentes), posteriormente la biosfera (vida), la antroposfera (ser humano) y para los cristianos la cristosfera (Cristo). Ahora estaríamos ante la inminencia de otro salto en la evolución: la irrupción de la noosfera que supone el encuentro de todos los pueblos en un único lugar, el planeta Tierra, y con una conciencia planetaria común. Noosfera, como la palabra sugiere (nous en griego significa mente e inteligencia), expresa la convergencia de mentes y de corazones dando origen a una unidad más alta y compleja.

Lo que nos falta, por el momento, es una Declaración Universal del Bien Común de la Tierra y de la Humanidad que coordine las conciencias y haga converger las diferentes políticas. Hasta ahora nos limitábamos a pensar en el bien común de cada país. Ampliamos el horizonte al proponer una Carta de los Derechos Humanos. Esta fue la gran lucha cultural del siglo XX. Pero ahora surge la preocupación por la Humanidad como un todo y por la Tierra entendida no como algo inerte, sino como un superorganismo vivo del cual nosotros los humanos somos su expresión consciente. ¿Cómo garantizar los derechos de la Tierra junto con los derechos de la Humanidad? La Carta de la Tierra surgida en los inicios del siglo XXI intenta responder a esta demanda.

La crisis global nos está exigiendo un gobierno global que coordine soluciones globales para problemas globales. Ojala no surjan centros totalitarios de mando sino una red de centros multidimensionales de observación, de análisis, de pensamiento y de dirección que tengan como objetivo el bien vivir general.

Se trata sólo del comienzo de una nueva etapa de la historia, la etapa de la Tierra unida con la Humanidad (que es la expresión consciente de la Tierra). O la etapa de la Humanidad (parte de la Tierra) unida a la propia Tierra, formando juntas una única entidad, una y diversa, llamada Gaia o Gran Madre.

Ahora estamos viviendo la edad de hierro de la noosfera, llena de contradicciones, pero aun así, creemos que todas las fuerzas del universo conspiran para que se afirme. Hacia ella está marchando nuestro sistema solar, quién sabe si toda la galaxia, y hasta incluso este tipo de universo, pues según la teoría de las cuerdas puede haber otros, paralelos. Es frágil y vulnerable, pero viene cargada de nuevas energías, capaces de moldear un nuevo futuro. Tal vez en este momento la noosfera sea solamente una llama trémula, pero representa lo que debe ser. Y lo que debe ser tiene fuerza. Tiende a realizarse.

Leonardo Boff
2010-01-01
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