Ni el juez Pedreira es Torquemada ni las urnas absuelven a los delincuentes
¿Es Antonio Pedreira, juez instructor del caso Gürtel, como aquel Torquemada, que ejerció a finales del siglo XV de Inquisidor General de Castilla y Aragón? Recordemos que, durante la campaña electoral – el 24 de mayo, en el mitin de Alicante-, Mariano Rajoy tildó de inquisidores o Torquemadas, “que no tienen corazón ni razón”, a quienes, con motivo de la corrupción, atacan a la derecha. El líder popular aprovechó la ocasión para defender a Francisco Camps: “¡Paco, estamos contigo!”
El juez Pedreira no ha ordenado ni mucho menos que Arturo González Panero, ex alcalde de Boadilla del Monte (Madrid), fuera conducido a morir en la hoguera, pero sí le ha impuesto una fianza de 1.800.000 euros, cifra muy elevada que no pronostica nada bueno para González Panero, quien continúa siendo concejal del PP y que ha recibido hasta el presente un trato de exquisito –o sospechoso- favor por parte de su sucesor, Juan Siguero.
Boadilla del Monte
Conviene no olvidar que fue Boadilla del Monte el epicentro de la trama corrupta capitaneada por Francisco Correa y Álvaro Pérez, El Bigotes; además de algunos otros camaradas más o menos conectados con el desaparecido clan de Becerril, el selecto corralito de los jóvenes cachorros populares.
En esa pomada
El clan aludido fue impulsado por José María Aznar y su yerno, Alejandro Agag. Muchos estaban en esa pomada, a mitad de camino entre el poder, el dinero y el glamour. Eran, entre otros, Francisco Camps, Esteban González Pons, Lucía Figar, Gabriel Elorriaga, José Luis Ayllón, Carlos Aragonés [hombre de confianza de Aznar y más tarde casado con Lucía Figar], Jorge Moragas…
En aquella época
La mujer de Correa, Carmen “Correa”, pertenecía al círculo de los amigos y amigas de Lucía Figar, en la actualidad consejera de Educación del Gobierno Aguirre. Su apellido es “Rodríguez Quijano”, pero utilizaba el apellido Correa, según consta en el listado del correo electrónico de Figar en aquella época. Figar formó parte del equipo de fontaneros de Aznar. También colaboró estrechamente con Agag cuando éste fue secretario general del Partido Popular Europeo.
Jóvenes ambiciosos
Eran jóvenes ambiciosos con ganas de pisar fuerte en la vida y en la política. Saben muchas cosas y quizá no les haya sorprendido demasiado la trama Gürtel, porque conocían de cerca a Correa y a Pérez, y también a Crespo y a López Viejo o a Alfonso Bosch o al ex alcalde de Majadahonda, Guillermo Ortega, los cuatro, imputados judicialmente a causa de sus vinculaciones con el escándalo de corrupción que afecta al PP. La mujer de Correa trabajaba en el Ayuntamiento de Majadahonda, en el gabinete de la Alcaldía. ¿Hablamos de Sepúlveda, el ex alcalde de Pozuelo de Alarcón, un hombre de Aznar?
Subliminalmente
Rajoy confundió a jueces, fiscales anticorrupción y periodistas con los antiguos inquisidores. María Dolores de Cospedal está ahora confundiendo gravemente las urnas con las actuaciones judiciales y con la libertad de expresión. Va repitiendo por ahí subliminalmente que las victorias electorales absuelven a los políticos corruptos.
Un ataque agresivo
Lo dice así: “Hemos tenido, y esto es muy importante, un muy buen resultado allí donde hemos sufrido un ataque muy agresivo. Allí donde el PSOE ha intentado ganar no en las urnas sino en los medios y en los tribunales”. La dirigente de un partido democrático como Cospedal debería ser destituida de forma fulminante, tras difundir semejantes barbaridades. Pero en el PP no ocurre. Todo aprovecha para su convento.
Enric Sopena es director de El Plural
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