La relación entre Mariano Rajoy y Francisco Camps nunca volverá a ser como antes. El líder del PP no estará de nuevo “detrás de ti, o delante, o a un lado”. A pesar del gesto de Rajoy, asegurando que Camps será el próximo candidato del PP a la Generalitat, diversas informaciones apuntan a que el molt honorable ya es un cadáver político y Génova está buscando la manera de darle el finiquito. Los nombres que suenan para su puesto no se salvan tampoco de la polémica: Rita Barberá, Esteban González Pons, Alberto Fabra o Juan Costa.
“Mi voluntad es que (Camps) siga siendo presidente del Partido Popular en la Comunidad Valenciana y candidato a la Generalitat cuando se celebren las elecciones en el año 2011”. Con estas palabras, después de un sinfín de mentiras y engaños entre Génova y Valencia, revalidaba, públicamente, Rajoy su confianza en Camps este jueves. El presidente de la Generalitat agradecía ayer este gesto, pero la realidad podría ser bien otra.
Devolviendo la mentira
Quizás Rajoy sólo intente apaciguar las llamas de la Gürtel o tal vez esté preparando la manera de devolver a Camps sus mentiras, pero distintas informaciones apuntan a que Camps ya es un cadáver político y se han abierto las quinielas para buscarle un sustituto. Noticias Cuatro informaba ayer de que, según testimonios de dirigentes del PP valenciano, Rita Barberá , Esteban González Pons y Alberto Fabra son quienes acaparan más papeletas para el puesto. El Plural puede añadir dos nombres más al sorteo: Gerardo Camps y Juan Costa.
¿Dimisión o elecciones?
Las diferencias entre unos candidatos y otros se encuentran en la manera en que se decida agradecer a Camps sus servicios. Si el presidente valenciano dimitiera sin convocar elecciones, tendría que ser sustituido por un diputado de Las Corts Valencianes. Este criterio sólo lo cumplen Barberá y Gerardo Camps. Por su parte, Juan Costa y Esteban González Pons son diputados valencianos, pero en el Congreso de los Diputados, por lo que tendrían que presentarse a unas elecciones regionales para aspirar a la Generalitat.
Fraga quiere a Barberá
Rita Barberá, alcaldesa de Valencia, sube en las apuestas para ser la futura presidenta de la Generalitat. Aunque ella, en privado, niega que tenga algún interés, el capote que le echó el miércoles Manuel Fraga, calificándola de “extraordinaria y fuera de toda sospecha”, le ha hecho subir enteros, frente a la crítica abierta que el presidente fundador del PP le dedicó a Camps.
Los bolsos de Vuitton
Sin embargo, si la razón para echar a Camps es su implicación en el caso Gürtel, el PP debería andarse con cuidado por si la trama de corrupción también pasa factura a la alcaldesa valenciana. Aún quedan dos terceras partes del sumario por conocerse y la ética de Barberá ya quedó en entredicho al conocerse que la red de Correa le agasajaba con bolsos de lujo de Louis Vuitton.
El retorno del hijo pródigo
Quien no esconde en privado su afán de arrebatar el puesto a Camps es Esteban González Pons. El vicesecretario de Comunicación del PP ya estuvo en la Generalitat trabajando con Camps y sería la apuesta más favorable a Génova, donde ahora desempeña su labor. En su candidatura tampoco parece mermar el hecho de que aparezca en las grabaciones realizadas por José Luis Peñas como “el contacto” de Correa para desbloquear una operación inmobiliaria. Durante toda la crisis de esta semana en Valencia, Pons ha intentado tener a raya a Camps y su tropa con declaraciones tajantes.
Los hermanos Costa
Sin embargo, a quien Camps no debería perder de vista es a Juan Costa, hermano mayor de su ex secretario general en el PP valenciano. Juan fue quien acompañó a su hermano en el pasado puente de octubre y quien, según El País le ayudó a elaborar la (fracasada) estrategia de defensa para evitar su destitución. La ambición política de Costa ya le llevó a amagar con arrebatar a Rajoy el liderazgo del PP, y ahora podría intentar repetir la jugada en la Generalitat.
El zaplanismo, a escena
Tal y como informaba Manuel Muñoz este jueves en El Plural, Juan Costa sería la punta de un iceberg que tendría en su base el apoyo del zaplanismo, irreconciliable con el presidente Camps. Tampoco faltaría el beneplácito a la candidatura de Costa de populares cercanos al Opus Dei.
El viejo clan
En los viejos tiempos, Francisco Camps y Esteban González Pons formaban un grupo de amigos asiduos a las zonas más pijas de Valencia. El trío lo cerraba Gerardo Camps, actual vicepresidente valenciano y consejero de Economía. Ahora se ha erigido como uno de los miembros críticos del Govern y su nombre también suena como sustituto. Además, como Barberá, tampoco tendría que esperar a unas elecciones.
Alberto Fabra
Por último, suena el nombre de Alberto Fabra, alcalde de Castellón. Su apellido no le vincula familiarmente con el presidente de la Diputación, el multimputado Carlos Fabra, pero eso no quita que sea un hombre de su total confianza y a quien podría dar su apoyo en su asalto a la Generalitat, aunque él tampoco sea diputado en Las Corts.
Fabra es sólo de Fabra
De hecho, en un partido resquebrajado por campistas, zaplanistas, ripollistas, etc. la clave podría estar, una vez más, en Carlos Fabra. Él fue quien apadrinó a Juan Costa, quien mantiene en su puesto a Francisco Camps y quien fue fundamental en la reelección de Rajoy en el Congreso de Valencia. ¿Qué hará Fabra? Él ya lo dejó claro una vez: “Carlos Fabra es sólo de Carlos Fabra”.
Marcos Paradinas es redactor jefe de El Plural
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