De monasterio en monasterio
Aquel día de agosto, Aznar se dedicó a saltar de monasterio en monasterio, con la consecuente carga laboral para su piloto personal. Por la mañana acudió al de Santo Domingo de Silos, en el que era habitual. Tras almorzar allí, a lomos de su helicóptero partió a Palencia, a ver la exposición de arte religioso “Las edades del hombre”. A continuación puso rumbo al monasterio de Santa María de Valbuena, para firmar un acuerdo con el que dicha muestra artística se asentaría allí permanentemente.
20 kilómetros en helicóptero
El tramo final de semejante jornada laboral, Aznar la cerraría en la mítica localidad de Quintanilla de Onésimo (en honor al falangista Onésimo Redondo), donde el ex presidente pasaba parte de sus vacaciones. No se cita ninguna justificación de trascendencia para visitar el municipio. Lo que sí se dice es que desde San Bernardo, donde se sitúa el último monasterio, y Quintanilla “no hay más de 20 kilómetros”. Sin embargo, “Aznar recurrió al helicóptero”.
Vacaciones en Menorca
También fue El Mundo el encargado, casi oficial, de dar buena cuenta de las vacaciones de la familia Aznar en Menorca. Tal y como ya informó El Plural, en 2002 Aznar no tenía reparos (al menos los que se le exigen ahora a Zapatero) en viajar hasta la isla a bordo de un avión militar. Algo que también repitió en 2003.
Un barquito con cáscara de nuez
Así lo recogen las crónicas de aquel año de M.A. Ruiz Coll, que explica en todas ellas cómo los Aznar “llegan hoy a Menorca a bordo de un avión de las Fuerzas Armadas para iniciar sus vacaciones”. También se habla en estas informaciones de la embarcación sobre la que el ex presidente surcaba los mares, un llaut menorquín de “12,5 metros de eslora” que “ha sido cedido por un particular”. ¿Quién era ese particular? ¿Los gustos marítimos de Aznar debía pagarlos él, el Estado, el PP o un particular?
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