La lucha antiterrorista es sobre todo una carrera de fondo en el que se dosifican las fuerzas, se aguantan los ataques del adversario y lo único que cuenta es llegar el primero a la meta y la descalificación del contrario.
A los brutales atentados de hace diez días han sucedido las importantes detenciones de Francia y el descubrimiento de zulos en donde la organización terrorista tenía grandes cantidades de explosivos y armas. Y, sobre todo, importante documentación en soporte cibernético en donde se dan pistas para las posteriores detenciones y localizaciones de depósitos de armas. Si el asesinato es para ETA un mecanismo de avance, las detenciones y localizaciones de explosivos les sitúan varios pasos detrás de donde estaban.
Hay algo en lo que se ha avanzado de forma significativa y que constituye el acta de defunción de ETA a medio plazo: el convencimiento que ha arraigado en toda la clase política y en la sociedad de que no es posible bajo ningún concepto una nueva negociación con ETA. Y esto es así por tres razones. La primera, porque ETA no es confiable. La brutal ruptura de la tregua, sin previo aviso, con los asesinatos de la T 4 de Barajas le quitaron toda capacidad de ser creíble en un proceso negociado para siempre. En segundo lugar, porque la sociedad se ha dado cuenta de que negociar con ETA tal y como se hizo, con una mesa llamada técnica y otra política con Batasuna, es conceder carta de naturaleza a la pretensión de que existe un conflicto político que no puede resolverse por las vías institucionales, lo cual es un disparate constitucional en sí mismo. Y, por último, el estado de derecho tiene capacidad para terminar con el terrorismo utilizando sus recursos legales y con la actuación de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.
Lamentablemente, tenemos que estar preparados para cuando ETA consiga dar un paso adelante cometiendo un nuevo atentado. Pero inmediatamente el estado le responderá hasta ser expulsada del mapa.
Carlos Carnicero es periodista y analista político
Artículos de El Plural
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