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El PP ha recibido un severo aviso hoy, en la reapertura del curso político en la Diputación Permanente del Congreso: la teoría infundada de la persecución jurídico-policial en su contra no es el camino. Transmitieron el claro mensaje los 29 diputados que rechazaron la solicitud de comparecencia de la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega y del ministro de Interior Alfredo Pérez Rubalcaba –con 19 votos a favor del PP y 4 abstenciones- para explicar los supuestos seguimientos al grupo; pero casi más elocuente que los votos fueron las declaraciones de rechazo hechas incluso desde formaciones de derecha como CiU –que, no obstante, se abstuvo-.
“Que el primer debate sea para lo que estamos debatiendo ahora es una equivocación, dirigimos mal el objetivo del Congreso. No queremos que sea la caja de resonancia de teorías de la conspiración”, espetó Jordi Jané, portavoz de los convergentes.
“Desde la playa y sin pruebas, no”. Es lo que dijo hace dos semanas Rubalcaba sobre las acusaciones de escuchas ilegales hechas desde Marbella por la número dos del PP, María Dolores de Cospedal. Hoy la portavoz del grupo, Soraya Sáenz de Santamaría, se ha cuidado de no repetir estas graves denuncias, pero no se ha librado del rapapolvo generalizado.
La teoría persecutoria...
“La vicepresidenta tiene que explicar por qué ordenó a la fiscalía un recurso, comprendo su desilusión pero no es comprensible su reacción ni su pataleta en directo”, ha sostenido Sáenz de Santamaría en la Diputación Permanente. “Estamos hablando de abuso de poder, hoy somos nosotros, mañana cualquiera que les estorbe”, ha agregado, denunciando, eso sí, la utilización por parte del Gobierno del “manual de acoso a la oposición”.
...no cuela
El mensaje sin pruebas no caló, ni omitiendo la referencia a las polémicas y siempre supuestas escuchas ilegales al grupo. Si las críticas del portavoz del PSOE, José Antonio Alonso, eran previsibles –“esto que han hecho es un conjunto de inventos, insidias y mentiras” que “ponen en cuestión el Estado de Derecho”-, más clamorosas resultaron las de grupos de derecha como CiU o de nacionalistas como PNV.
Censura generalizada
“Que el primer debate sea para lo que estamos debatiendo ahora es una equivocación, dirigimos mal el objetivo del Congreso. No queremos que sea la caja de resonancia de teorías de la conspiración”, lamentó Jané, aunque su grupo se abstuviera en la votación. Más seco fue el de IU, Gaspar Llamazares. “No han podido presentar un mínimo de indicios de que este país es un Estado policial (…). Es una mentira indemostrable, pero al PP le es funcional porque es una mentira de disuasión masiva”, apuntó. “Ante un delirio de esta materia, el Gobierno no debe dar razones”.
Batallando en solitario
El Comité de Dirección popular seguirá en solitario con su empeño. Ante la imposibilidad de llevar el tema al Parlamento nacional, se prevé que la próxima semana se decida la forma de llevar la persecución a las instituciones europeas. Según el grupo Prisa, ello tendrá lugar, "con toda seguridad", al inicio de la presidencia española de la UE...
1 comentarios:
El pp me recuerda a aquel loco que circulaba por la autopista en sentido contrario diciendo aquello de: "¿Donde van todos estos locos en sentido contrario?" El pp está sólo ¿Será que todos los demás estamos equivocados?
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